Shonishin: acupuntura sin Aguja

Este documento contiene una revisión de la monografía de grado realizada por los Médicos Orientales: Karen Castillo, Sayra Morales y Jackeline Estrada en 2020, con el tema: Beneficios del tratamiento Shonishin en niños con Trastornos del Espectro Autista de 18 meses a 10 años, realizado en la Fundación Azul Esperanza, en la ciudad de Managua.
Se aplicó la técnica Shonishin o Acupuntura sin agujas, la cual consiste en una forma especializada de tratamiento para bebés y niños pequeños, se realiza para las necesidades, molestias propias de la adaptación al medio y en enfermedades infecciosas y trastornos del desarrollo.
Se pueden tratar diversas patologías como trastornos digestivos, falta de apetito, trastornos respiratorios, alergias, eczema y urticaria, déficit de atención (TDH-TDHA), hiperactividad con déficit de atención (TDAH), problemas de carácter psicoemocional, trastornos del sueño y enuresis nocturna.
Existe un estilo de acupuntura japonesa, no invasiva aplicada a bebes y niños, la cual utiliza una metodología de tratamiento básica que no requiere diagnóstico según principios y métodos tradicionales, además que es 100% indolora. (Shonishin: la acupuntura pediátrica japonesa, octubre/diciembre 2007) Este tratamiento ayuda a restaurar y estimular los mecanismos naturales de curación del cuerpo.
A través de la técnica Shonishin se armoniza y fortalece la energía vital y la constitución del niño, la teoría detrás de esta terapia explica que los sistemas bioenergéticos de los niños no están completamente formados, en consecuencia, los sistemas corporales de los niños pueden ser fácilmente sobre estimulados y los problemas de salud pueden progresar rápidamente. El efecto terapéutico de esta forma de tratamiento radica en que el Shonishin actúa de forma reguladora en las peculiaridades del desarrollo infantil y en particular en el sistema nervioso central y vegetativo. De esta forma resulta eficaz para tratar numerosas alteraciones y enfermedades, especialmente en recién nacidos, lactantes y en niños de 6 años